viernes, 31 de mayo de 2013
Hoy tengo intención de enseñarles algunos trucos muy útiles para mejorar el comportamiento de su perro.
¿Por qué debería interesarte? Verás, es posible que tu perro tenga algunos malos hábitos...Que puedes evitar si aprendes cómo mejorar su comportamiento.
Si aceptas mis consejos te librarás fácilmente de la orina en las esquinas de la casa, de los molestos ladridos a altas horas de la madrugada, zapatillas mordidas, tirones de correa al salir a pasear y lloriqueos mientras intentas comer viendo la televisión.
Estos malos comportamientos, y todos los que notes que tu perro tiene, se pueden evitar gracias a estos prácticos consejos que pienso mostrarte aquí.
¿Qué consigues si utilizas esta información que voy a procurarte?
Consigues que tu perro sea el más obediente, más dócil y bueno que puedas imaginar, y no sólo eso, también el más feliz...Porque tú estarás contento con su comportamiento, y eso es lo que tu perro quiere.
Y es que la mejor manera de tener un perro con hábitos ejemplares, que obedezca tus órdenes y haga lo que tú quieres de la manera que quieres, es educándolo.
Si le enseñas cuáles son tus normas, si le enseñas que debe seguirlas, y que eso le reportará bienestar, abandonará los comportamientos erróneos que tanto te molestan, como saltar encima de las visitas o ladrarle al gato del vecino, y se convertirá en la mascota ideal, plenamente consciente de cuál es su lugar, haciéndote sentir el orgulloso propietario del mejor perro del mundo.
Antes de decirte lo que tienes que hacer para mejorar el comportamiento canino de tu mascota hay algunas cosas que deberías saber.
Por ejemplo, ¿sabías que hay dos formas de educar a un perro?
Es posible que conozcas el método del castigo: un periódico enrollado y dar un golpe seco para que relacione una acción con un castigo, y procure no repetirlo.
Bueno, lo cierto es que a menudo se utiliza mal este método que de por sí no da tan buenos resultados.
Un perro tiene la inteligencia media de un niño de tres años. ¿Qué significa eso? Que no puede relacionar el castigo con que hace una hora se orinó en el pasillo, no importa que le frotes el hocico contra el charco. No puede relacionarlo. Sólo lo estás asustando.
El otro método siempre ha sido infravalorado, pero puedo decirte que según las estadísticas un perro aprende un 60% mejor y más deprisa usando este segundo método. ¿Y cuál es? Exacto: la recompensa del buen comportamiento.
Todas las pruebas indican que un perro aprende antes un hábito por el que se le ha premiado, que no consigue deshacerse de otro por el que lo han castigado. Claro, necesita que el premio sea inmediato, y por eso debes estar atento y vigilante.
Ahora sí, ¿quieres saber cómo mejorar el comportamiento de tu perro? ¡Muy fácil! Sigue mis consejos y tu mascota pronto tendrá una educación impecable, todo gracias a ti:
1. La disciplina es sencillamente fundamental. Pon tus normas, sé coherente con ellas.
Un perro necesita seguridad y estabilidad, y esas cosas las conseguirá cuando tenga una rutina que seguir. No dejes que desobedezca tus órdenes.
Si, por ejemplo, no quieres que suba al sofá, no se lo permitas, da igual que gruña o te ponga cara de lástima. No es no.
Tú eres el líder. Tú eres el alfa. Jamás puede desafiarte. Esa es la ley.
2. Ejercicio. Muchos dueños de perros se olvidan del ejercicio, pero hay que recordar que son animales muy fuertes y enérgicos.
La falta de ejercicio hace que esa energía retenida sea liberada en forma de malos comportamientos: morder muebles, agresividad, hiperactividad, y también dominación.
Para mejorar el comportamiento de tu perro uno de los pilares básicos es que pueda gastar toda su energía en algo más productivo que intentar ser el rey de la casa, como dar largos paseos, jugar mucho, o incluso hacer tareas.
3. Durante diez minutos al día enséñale trucos. Puedes enseñarle a traerte las zapatillas, cerrar puertas, encender luces,...¡Todo lo que se te ocurra! Un perro bien educado puede aprender casi cualquier cosa, ¡garantizado!
Empieza con cosas sencillas. Enséñale a sentarse, a acostarse, incluso ladrar cuando se lo digas. Recompénsalo con golosinas, caricias y palabras tiernas cuando lo haga, y sabrá que lo ha hecho bien, querrá repetirlo para recibir más de tus elogios.
Premiándolo por su buen comportamiento refuerzas tu liderazgo: le dices que tú mandas, que tú decides lo que está bien y lo que merece una recompensa. Cuanto más se lo demuestres más dócil será, y por tanto mejor será su comportamiento.
Ahora ya lo sabes. Sabes qué hacer para mejorar el comportamiento de tu perro, así que...¿Qué debes hacer AHORA MISMO? ¡Comenzar!
La educación de un perro es vital. Piensa en lo que no quieres que tu perro haga, lo que puede hacer dónde, y comienza a poner en práctica desde este mismo instante las normas y mis consejos.
No dejes para mañana el comenzar su adiestramiento, puesto que cada día que pasa se refuerzan más los malos hábitos.
Empieza ya mismo a demostrarle a tu perro que tú mandas, cuáles son las cosas que tú quieres que haga, y lo que puede conseguir si las hace: tus elogios, tus recompensas y también tu orgullo, algo que lo hace sentir más realizado que ninguna otra cosa. Y sobretodo ÁMALO SIEMPRE!!!!
Cuidados que debemos tener con nuestras Mascotas
Los perros suelen sufrir de este mal, ya que las garrapatas son parásitos muy frecuentes entre los perros y se pegan de uno en uno con el más mínimo contacto.
Estas garrapatas una vez habitado la piel del perro se enganchan a su piel y se alimentan de su sangre, suelen estar en las zonas de las orejas, el cuello y entre medio de los dedos.
Aparte de que las garrapatas son un mal muy incomodo y molesto para los perros y también para sus dueños, hay que tener mucho cuidado de prevenirlas y evitarlas ya que también pueden producir y desencadenar enfermedades parasitarias.
Es común que se hallen en lugares rurales como los jardines y parques de tu ciudad. Las épocas de mayor incremento de garrapatas son en primavera y en verano.
Si tu perro sufre de este desagradable mal, debes humedecer las zonas afectadas con un algodón mojado con alcohol, y tira de las garrapatas una por una con una pinza pequeña.
Debes sujetar fuerte la garrapata desde la raíz, es decir de la parte de la cabeza. Y elimínalas, quemándolas para evitar que sigan reproduciendo y adhiriéndose a otros perros.
Luego rocías a tu perro o báñalo con algún líquido antiparásito.
Y para evitar que tu perro se contagie, puedes comprarle un collar anti pulgas y garrapatas, o rociarlo con espray antiparásitos periódicamente.
Al momento de regalar un perro o mascota
...piénsalo bien antes
Cuando los niños encuentran bajo el árbol de navidad un adorable cachorro con un lacito al cuello, su alegría es sencillamente incomparable.
¿Y si es por su cumpleaños, abriendo una caja enorme y encontrando al perrito con ganas de jugar? ¡Indescriptible!
Pero ten cuidado. Ten cuidado porque no estás regalando un juguete, amigo...Estás regalando a un ser vivo.
Y estoy seguro de que confías en tu hijo, nieto u sobrino. Seguro que quieres darle esa responsabilidad para que madure, y así tendrá un incansable compañero de juegos. Apuesto a que estás convencido de que todo irá bien.
No obstante, no puedes olvidar que un perro tiene necesidades, emociones, que puede enfermar, sufrir y morir.
Un perro no es sólo una graciosa bola de pelo para que los niños jueguen o para que hagan compañía a un ser querido.
Un perro come, orina, muerde los muebles, hay que sacarlo a pasear. Es una gran responsabilidad, y muchas personas, tras la alegría inicial, dejan de quererlos.
Dejan de querer todo lo "malo" que traen, lo "bueno" ya no merece la pena.
Entonces el perro regalado suele quedar relegado al jardín, atado sin compasión, aislado de la familia...Y eso en el mejor de los casos. En el peor, termina en la calle.
Sí, regalar un perro es darle una oportunidad de ser feliz, pero piénsalo muy bien antes de hacerlo, asegúrate de que la persona que reciba al animal quiera, pueda y desee tenerlo, cuidarlo y disfrutar de todas las consecuencias de convivir con un canino.
Asegúrate muy bien de lo que haces cuando regalas a un perro , porque si ese animal termina abandonado en la calle, a las puertas de una protectora, o atado en el jardín, buena parte de la responsabilidad será tuya.
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